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Cs se hace la foto en Moncloa un año después y antes de que Sánchez se reúna con los separatistas

Los naranjas buscan así afianzar su estrategia de "política útil" para tratar de distanciar a Sánchez de sus socios naturales

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Segundo Sanz

Ciudadanos ha vuelto este viernes a pisar la Moncloa un año después de que su ex presidente, Albert Rivera, acudiera por última vez a la llamada de Pedro Sánchez, entonces en funciones, para decirle que no se abstendría en su investidura. Ahora, trece meses después, el partido de Inés Arrimadas ha querido oficializar su nuevo rumbo de «política útil» celebrando en el Complejo de Presidencia una reunión entre la cúpula de la formación naranja (con excepción de la propia líder centrista por su baja de maternidad) y los principales colaboradores de Sánchez.

Una foto deseada por Ciudadanos para afianzar su estrategia de intentar distanciar al Gobierno de sus socios nacionalistas y separatistas. Por ello, la cita se produce tras los últimos acuerdos entre C’s y Moncloa de prórroga del estado de alarma y semanas antes de que el Ejecutivo se reúna en julio en Barcelona con los independentistas para reactivar la mesa de negociación.

En concreto, tanto Presidencia del Gobierno como Ciudadanos adelantaron este jueves los participantes en la reunión de hoy y su contenido, subrayando además que la reunión tendría «cobertura gráfica». Por parte del Gobierno, se avanzó que acudirían la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la ministra de Política Territorial y Administraciones Publicas, Carolina Darias, acompañadas del el secretario de estado de Relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla, y el secretario general de la Presidencia, Felix Bolaños. Mientras que la delegación de Ciudadanos la han conformado el portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, la secretaria general y diputada en el Parlamento catalán, Marina Bravo, el vicesecretario general primero del partido, Carlos Cuadrado, y el vicesecretario general adjunto, José María Espejo.

El objetivo de la reunión, según ambas partes, era abordar «aspectos relacionados con las medidas necesarias para garantizar una salida ordenada del estado de alarma», así como las alternativas en caso de rebrote de la epidemia. Además, harían un repaso de las medidas recogidas en el real decreto-ley de la ‘nueva normalidad’ para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus. Los naranjas ya han avanzado que apoyarán su convalidación en el Congreso tras incluir que la distancia de seguridad sea de metro y medio (y no de dos metros) y que en la reanudación de las competiciones deportivas se tenga en cuenta el criterio de las autonomías.

Con todo, la cita también tiene especial importancia de cara a los Presupuestos Generales del Estado, que el Gobierno quiere presentar «en tiempo y forma» el próximo otoño para dejar de depender de las cuentas del Ejecutivo de Mariano Rajoy para el ejercicio de 2018, prorrogadas desde entonces. Moncloa buscará el apoyo de Ciudadanos y negociará también el de los separatistas. Y aquí la formación naranja está dispuesta al entendimiento con los socialistas, independientemente de los acuerdos que los de Sánchez cierren con nacionalistas y secesionistas.

Fuentes de la formación naranja consultadas por OKDIARIO afirman que la nueva dirección de Inés Arrimadas ha interiorizado que la suma con PP y Vox no da para desgastar al Gobierno por esta vía de oposición frontal e insisten en «volver al origen» del partido, hacer todo aquello que contravenga al nacionalismo y el separatismo.

Pese a la parafernalia de la foto de este viernes, la cúpula de Ciudadanos ya viene manteniendo estrecho contacto con Moncloa desde hace semanas. Por ejemplo, fue Carlos Cuadrado, vicesecretario general del partido, quien selló el acuerdo para la última prórroga del estado de alarma con el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños. Un texto que si bien en principio creó cierta confusión en el PNV, socio del Gobierno, finalmente no imposibilitó el apoyo de los nacionalistas vascos a ese último decreto de alarma. Aun así, Ciudadanos defiende que hace «política útil».

Aquel acuerdo suscrito por Cuadrado y Bolaños hablaba de que las medidas de ese decreto serían «idénticas para toda España, sin perjuicio de la progresión sanitaria de cada territorio», mientras que lo pactado previamente por el Gobierno con el PNV decía que correspondería al lehendakari la «modulación y ejecución» de dichas acciones correspondientes a la fase III del plan de desescalada, extremo que finalmente fue el que se plasmó en el texto autorizado por el Congreso.

El pacto con Bildu

La anterior prórroga también generó polémica en tanto el Gobierno pactó con los proetarras de Bidu su innecesaria abstención a la misma —previo compromiso para derogar «íntegramente» la reforma laboral del PP— apenas horas después de estrechar la mano del partido de Inés Arrimadas, que a diferencia de PP y Vox no veía viable la aplicación de leyes ordinarias alternativas al estado de alarma.

El portavoz adjunto de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, esgrimió entonces que el acuerdo del PSOE con Bildu se enmarca «en su pacto de legislatura para sostener el ‘Gobierno Frankenstein’», incidiendo así en que era «una reproducción del acuerdo de legislatura». A ello, a tratar de distanciar a Sánchez de sus socios naturales ha fiado Arrimadas el futuro de Ciudadanos. Y la foto de hoy en La Moncloa es la mejor ilustración hasta la fecha.

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